martes, 9 de marzo de 2010

La recién inaugurada congruencia del PT

Enrique Alfaro / Columna Rumando

ANTES de que Andrés Manuel López Obrador se convirtiera en el tlatoani del Partido del Trabajo, este instituto político mantuvo una política de alianzas desenfadada, falta de coherencia ideológica, por no decir oportunista.
Su expediente electoral lo denuncia: durante sus años de existencia, el PT se ha aliado con la izquierda y la derecha, con la oposición y con el poder, según conviniera a sus intereses. Su sobrevivencia política a estado ligada íntimamente a las coaliciones electorales, figura legal a la que debe su existencia hasta hoy día.
Por eso resulta sorprendente que quién fuera uno de los más interesados en sumar al Partido Acción Nacional a la alianza que Pablo Salazar Mendiguchía integró a su favor, ahora se diga “asqueado” por las coaliciones del Partido de la Revolución Democrática con los blanquiazules.
Me refiero, por supuesto, a Amadeo Espinosa, principal beneficiario del Partido del Trabajo en la entidad, quién habla de “congruencia ideológica” petista en Chiapas cuando recientemente fue designado operador de la alianza del PT con el PAN en Oaxaca, coalición que persiste y por la que debería sentir “nauseas” si verdaderamente fuera ideológicamente coherente.
Dice Amadeo, además, que no se aliarán con Convergencia por que duda de la formación ideológica y de las supuestas bases del partido Convergencia. Otra perla más del diputado petista puesto que cuando su partido se ha aliado con el PRI no ha cuestionado la indefinición ideológica del tricolor, ni ha dudado de las bases de partidos como Alianza Social, Centro Democrático, Sociedad Nacionalista y Verde Ecologista, institutos con los que el PT ha integrado alianzas, en el pasado reciente.
Amadeo debe de andar sangrando de la boca por tantas mordidas que se ha dado en su propia lengua ¿o acaso puede negar el expediente electoral de su partido?
Pero el diputado federal no es todo el PT en Chiapas. También es cierto que este partido posee cuadros de valía política e ideológica. Yo cuento con algunos amigos petistas, que abrevaron del maoísmo, a los que les reconozco talento y coherencia.
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Mucho se ha escrito por compañeros periodistas de la primera coalición de la izquierda y la derecha en Chiapas e invariablemente todos se han equivocado. No fue Pablo Abner Salazar Mendiguchía el primer candidato en unir los dos polos ideológicos. Mucho ante que Pablo, fue el doctor Valdemar Antonio Rojas quién resultó candidato de los partidos Acción Nacional y Mexicano Socialista, a finales de los años ochenta del siglo pasado.
Entonces el PAN era un partido crítico al poder, celoso de su independencia puesto que no aceptaba financiamiento electoral y el PMS representaba a la izquierda auténtica, que provenía de las luchas históricas. Ambos partidos eran verdaderamente opositores al entonce partido invencible (PRI) y luchaban por hacer posible la alternancia democrática en Chiapas.
El doctor Rojas fue candidato a presidente municipal por los partidos mencionados y es posible que Chiapas haya sido el primer estado del país donde se estableció una alianza de esta naturaleza. Tengo muy presentes que los panistas pintaban el logotipo del PMS con negro y celeste, en vez de verde, amarillo, negro y rojo como eran los colores oficiales del partido de la izquierda.
Entonces era enteramente aceptable la suma de la oposición para sacar al PRI del poder pues el partido invencible se imponía incluso por la fuerza.
Hoy los argumentos son inaceptables, endebles, injustificables, incoherentes. Los propios dirigentes de los actuales partidos de izquierda y derecha desconocen estos hechos porque no tienen historia, no tienen un pasado consecuente.