viernes, 18 de diciembre de 2009

¿Qué esperan?

Enrique Alfaro / Columna Rumando

Un manto de silencio permanece sobre los diputados locales y dirigentes partidistas en la entidad de frente a la actual discusión nacional sobre la agenda democrática luego de que promovieron inicialmente en el congreso local una reforma que cancelaba la realización de elecciones para legisladores y alcaldes.
Los partidos políticos en la entidad se encuentran ausentes del debate nacional propiciado por el mandatario Felipe Calderón al proponer una reforma política que abre causes a la participación ciudadana y acota a las cámaras legislativas y a los partidos políticos.
Es posible que la razón sea simple: En Chiapas, han limitado la participación ciudadana, han otorgado poderes extraordinarios al congreso local y han promovido el estatus quo de sus propios partido. En pocas palabras, lo aprobado por los partidos políticos en la legislatura local va en contrasentido a la propuesta del mandatario federal.
Hoy la situación de diputados y dirigentes locales es incomoda pues de participar en el debate se ubicarían en la condición de “farol de la calle, oscuridad de su casa”.
¿Podría algún diputado o dirigente local atreverse a proponer a la Presidencia de la República y al Congreso de la Unión que retomen como valederos los argumentos con que aprobaron la cancelación inicial de las elecciones de diputados y alcaldes?
¿Podrían sostenerse que la lucha contra la pobreza justifica plenamente el que se limite la participación ciudadana al grado de evitar el sufragio popular para elegir sus autoridades; y que el acuerdo de los diputados locales es suficiente para resolver la composición total de los nuevos ayuntamientos; y que basta la legitimidad los partidos para garantizar la gobernabilidad en la entidad?
Es de entenderse que si los diputados locales votaron convencidamente a favor de esta propuesta, inicialmente suya, puedan defenderla con inteligencia. Entonces ¿qué esperan?
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Según una nota del diario Cuarto Poder, el ex senador y ex diputado de república, Rutilio Escandón, declaró que si viviéramos en un país democrático, el decálogo de Felipe Calderón sería viable, sin embargo, lo único que se puede esperar con la aprobación de este paquete es incrementar la corrupción en las campañas electorales.
En una solitaria y extraña declaración ­—por sincera—, aseguró que los recursos de los gobiernos Federal, Estatal y Municipal, irían dirigidos a los candidatos de las autoridades en turno, lo cual sería un retroceso para la democracia en México.
Entonces, si los partidos políticos y los políticos electos a través de ellos no garantizan la democracia, ni el uso honesto de los recursos públicos federales, estatales y municipales ¿Porqué no abrir cause en las elecciones a los ciudadanos sin partido?

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Si existiera congruencia panista…

Enrique Alfaro/Columna Rumando

El presidente panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa enfrentará en las próximas semanas a los legisladores priístas y perredistas que se han manifestado abiertamente en contra de su iniciativa de reforma política para darle más poder al ciudadano.
En voz de Enrique Peña Nieto, el priísmo más retardatario ha anunciado su oposición a la propuesta presidencial argumentando que no es el tiempo propicio para abrir mayores causes a la participación ciudadana.
Los perredistas, por su parte, continúan instalados en el oposicionismo y junto con los partidos del Trabajo y Convergencia, justificarán a cualquier costo su desaprobación a la iniciativa presidencial para regocijo de Andrés Manuel López Obrador.
Del lado del Calderón estarán muchos intelectuales y líderes de opinión que impulsaban estas propuestas legislativas para acercar a la ciudadanía a la política, para refrescar y relegitimar la representación política del país.
A favor del mandatario, se supone, se encuentran también los legisladores, la dirigencia y la militancia panista.
¿Es este el caso de los panistas chiapanecos?
El actuar de los legisladores locales del Partido Acción Nacional pareciera no concordar con las políticas impulsadas por su máximo representante, por el segundo presidente de la república surgido de la militancia blanquiazul.
En Chiapas, los legislares panistas han votado en dos ocasiones por limitar el derecho de los chiapanecos a sufragar para elegir a sus autoridades en el proceso local del próximo año.
Si verdaderamente existiera congruencia de parte de los diputados del grupo parlamentario blanquiazul en la LXIII legislatura local, esta sería una oportunidad de oro para respaldar las propuestas del presidente Calderón.
Si el mandatario federal ha apostado por abrir espacios a la ciudadana, en la entidad podría impulsarse iniciativas similares. Incluso, no sería necesario proponer para su aprobación figuras de participación ciudadana puesto que ya están aprobadas algunas de las que impulsa Felipe Calderón.
Bastaría que el grupo parlamentario del PAN proponga para su aprobación las leyes reglamentarias del plebiscito, referéndum, iniciativa popular, consulta ciudadana y audiencia pública, que son figuras ya sancionadas por el congreso local y son leyes vigentes en Chiapas.
Ya no sería imperioso sostener el debate a favor de estas propuestas puesto que ya son ley. Simplemente sería necesario reglamentarlas para hacer posible su aplicación y de esta manera estar a tono con la reforma política promovida por el presidente Calderón Hinojosa en la segunda mitad de su sexenio.
Si los diputados panistas fueran congruentes podrían empezar por abrir causes a la participación ciudadana en Chiapas en concordancia con la propuesta del presidente de la república.
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Luego de que el hiciera mención en el programa radiofónico Palabra Libre de la fuga de agua que afectaba las calles de mi colonia, una cuadrilla de trabajadores hizo las reparaciones pertinentes, hecho que agradezco.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Sueños bajo la lluvia

Enrique Alfaro / Columna Rumando




Carlos Macías cantando para sus sobrinos en Chiapa de Corzo.

A Oveida Chacón, bella
esposa de mi amigo Carlos.


Nunca fue el propósito crear un ambiente de sensiblería pero nos envolvió la noche bajo una carpa al fondo del patio, resguardándonos de una ligera lluvia e iluminados por débiles velas. Cuatro bohemios cantaban y celebraban el cumpleaños de uno de ellos.
El festejo formal se había verificado el día anterior, entre paisanos, amigos, familiares e invitados especiales como el intérprete ranchero Pablo Montero, quién había llegado a Chiapas exclusivamente para participar en la sencilla celebración.
Pero a la tarde siguiente estábamos cantando a coro canciones que marcaron nuestra juventud, aunque la edad de los bohemios distara entre ellos. El más joven y entonado era el cumpleañero. El resto, entre los que me encontraba yo, hacíamos esfuerzos inútiles por alcanzar el tono o por acompañarlo haciéndole “segunda voz” que no llegaba ni a quinta.
El ángel guardián de esa noche se llamaba José José y desfilaban sus compositores como en coro celestial. El ungido y cantante era Carlos Macías y nosotros debíamos ser el purgatorio.
Miguel, Alfonso y yo, gracias a la sincera hospitalidad de la familia, acompañábamos al compositor chiapacorceño en el fondo del patio de casa de su madre, bajo la lluvia indecisa, entre las sombras estremecidas.
Sería el abundante pábulo o los alipuses, sería el ambiente franco y fraterno, pero nos embriagábamos irremediablemente del talento y la voz, del soplo especial que da el conocer un alma innegablemente sensible.
Entregado a su amante de madera, Carlos soñaba y nos enamoraba de sus quimeras, de sus dislates. Atrevido, imaginaba un homenaje a quién ha sido para Hispanoamérica un príncipe, un soberano de los sentimientos.
¿Quién no se ha estremecido ante la voz de José Sosa y postrado ante el amor al que canta José José? ¿Quién no se ha atrevido a guardar alguna de sus interpretaciones en una herida profunda del alma?
A esa institución del canto se dirigían muchas de las ilusiones de ese joven que creció jugando en las aguas del río Grijalba y que una mañana levantó velas en busca de nuevos causes, en la metrópolis donde todo es posible.
Esa noche conocí personalmente a Carlos, el joven compositor chiapaneco que se siente más cómodo en sandalias con sus pantalones de mezclilla raídos y su playera por fuera. “Mi rey”, le llamo en respuesta a su acostumbrada manera de dirigirse a sus amigos y yo espero merecer esa confianza.
Mi comunión con él se consumó de inmediato por el gusto compartido por las interpretaciones de José José, sólo que el sí sabe cantar sus baladas y yo me consuelo con un remedo. Aún me da pena “cantar” luego de escucharlo, pero los oídos de mis amigos no son, digamos, muy exigentes.
La travesía por los temas interpretados por José Rómulo Sosa Ortiz, más conocido como “el príncipe de la canción”, fue larga pues también Alfonso posee un considerable conocimiento de su música.
En la velada, entre canción y canción, el joven Macías nos comentaba de sus trabajos encaminados a hacer posible un homenaje al referido baladista romántico. Nos hablaba de la difícil tarea de hacer una selección de no más de una decena de temas para ser incluidos en el Cd y de las posibilidades de hacer dúos con intérpretes destacados que admiran al homenajeado.
Miguel, casi en papel de representante y asesor, sugería ideas ante un Macías receptivo y atento. Ante la propuesta de intitular al disco homenaje “Joyas prestadas”, la contrapropuesta del periodista se ofrecía:
— ¿Y porqué no “Las joyas del príncipe” como se le identifica a José José? Y todos asentíamos.
— ¿Y porqué si consideramos que son muchas las “joyas” que quedan fuera del disco, simplemente le dejamos “joyas del príncipe” para aceptar que muchas de ellas no están incluidas? Intervenía yo.
Volvían a asentir, pero finalmente todos sabemos que las últimas consideraciones al respecto serán de Carlos Macías y del propio José José, si sugiere otra cosa.
De entonces a la fecha el proyecto del disco ha avanzado a “pasos gigantes” como diría el himno chiapaneco. Uno a uno se han ido sumando grandes artistas a las grabaciones a dúo con compositor, cantante y impulsor del proyecto.
Nombres como Pablo Montero, Kika Edgar, Gualberto Castro, cantantes de distintas épocas y de distingos públicos, han acudido al estudio de grabación para sumarse al homenaje a príncipe de la canción.
Itati Cantoral, actriz e hija del famoso compositor Roberto Cantoral, autor de temas que José José ha inmortalizado, también participa gustosa del proyecto ofreciendo además el tema que canta a dúo como regalo de cumpleaños a su padre.
José María Napoleón, compositor y cantante que ganara el festival de la Organización de la Televisión Iberoamericana (OTI) en 1977, autor de las letras de canciones como “Lo que un día fue no será” y “Mientra llueve”, está incluido en este Cd cantado al lado de nuestro querido Charly Macías.
El tema “Volcán” que encumbrara José Sosa destaca en la voz de Macías por lo que podría ser uno de los primeros temas que promocionara el artista y productor originario de Chiapa de Corzo, orgullosamente chiapaneco.
Pero los sueños que nos platicara aquella noche, bajo la lluvia, se siguen cumpliendo. Carlos Macías finalmente pudo presentarle el tema a José Rómulo Sosa Ortiz, mejor conocido como José José, y el “príncipe de la canción” no sólo elogió el proyecto sino pidió ser incluido para cantar a dúo con el artista chiapaneco.
Ahora ya se encuentran organizando sus propias agendas, y solicitando los permisos y las autorizaciones respectivas, para entrar a estudio y grabar el tema que coronará los años de esfuerzo invertidos en un proyecto homenaje a uno de los más grandes ídolos de Iberoamérica.
Hoy vuelvo a mis recuerdos de aquella noche de bohemia en Chiapa de Corzo y me admiro de lo lejos que han llegado los sueños de mi amigo Carlos Macías. En broma le hemos pedimos que no despegue del suelo y que viva intensamente uno de sus mejores momentos como compositor, cantante y alma sensible.
Prometo ya no hacerle preguntas indiscretas sobre sus musas a la hora de la inspiración, ni pedir doble platillo del guisado que nos sirve su señora madre cuando acudimos impertinentes a su convocatoria en la gran Chiapa.
Carlos, aún nos quedan muchos sueños por cumplir, pues a través de los tuyos nos realizamos tus amigos en Chiapas. Como en esta ocasión, sábelo de cierto, los éxitos llegan en momentos en que las fuerzas flaquean y los recursos se agotan. Como ha sido tu vida, nada se te ha dado de manera fácil. Pero cuando estés nostálgico, por el fracaso o el éxito, recuerda que “ya va a llegar la marimba”.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Tuxtla Gutiérrez, los Sabines y Jaime Valls



Enrique Alfaro / Columna Rumando

Simbólicamente, antes que la Casa de Gobierno ha sido la alcaldía de Tuxtla el hogar de los Sabines.
El ayuntamiento de la ciudad capital que lleva el apellido del prócer chiapaneco Joaquín Miguel Gutiérrez, ascendiente paterno de actual gobernador de la entidad, ha sido morada inicial de la familia en tanto llegaban a Palacio de Gobierno.
En el edificio todo recuerda los apellidos de la familia: frente a la entrada se yergue la imagen de don Joaquín con el rostro altivo y con la espada empuñada.
A escasos metros, al ingresar al ayuntamiento, los visitantes se encuentran con la mirada seria del busto de don Juan.
Adentro, en las oficinas, es posible encontrar el retrato oficial de Juan José, actual mandatario de Chiapas.
La alcaldía ha sido y es arteria fundamental del corazón neurálgico sabinista, que late en el primer cuadro de la ciudad capital.
* * * * *
Hace unos días, en la inauguración de la “Capilla Tuxtla” del pintor Manuel Suasnávar, escuché al gobernador improvisar un discurso sobre la historia de la capital.
Con la camisa arremangada, Juan José habló de la lucha de los tuxtlecos por ser y permanecer siendo los habitantes de la ciudad donde descansan los poderes del estado.
Refirió la influencia de los gobernadores en la ciudad, de las grandes transformaciones que Tuxtla ha sufrido a lo largo de su historia gracias a la decisión de los mandatarios.
Emocionado, Juan hablada de una materia que evidentemente le apasiona: El génesis de Coyatocmó, el desarrollo de la gran Tuchtlán y el futuro de Tuxtla capital.
Como en casa, Sabines acompañado del alcalde Jaime Valls Esponda, se paseó por la primer planta del palacio municipal admirando el conjunto muralístico realizado por Suasnávar.
Sobre sus propios pasos, Juan José navegó entre zoques y españoles, entre hamacas y armas del “batallón de los hijos de Tuxtla”, entre los conquistadores del cañón y el primer automóvil que circuló en estas tierras, entre lunas y colibríes que no saben vivir en cautiverio.
No faltaron las aves y los árboles del paraíso que conocieron Miguel Álvarez del Toro y Faustino Miranda. Todo ese universo creado por Manuel Suasnávar fue apreciado por el mandatario que se llenó los ojos de colores vivos y estrellas brillantes.
Juan como en el seno materno y Tuxtla —la pasión sabinista— en los extraordinarios lienzos de Manuel.
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Jaime Valls, el alcalde capitalino, ha rendido su segundo informe de gobierno municipal. Los tres poderes del estado estuvieron presentes en el evento que da el banderazo de salida para el resto de gobiernos locales de la entidad.
El edil capitalino, sin tapujos, admitió que encabeza un gobierno de continuidad:
“A los distintos foros donde he asistido como Presidente Municipal y como Presidente de la Asociación de Autoridades Locales de México, la AALMAC, siempre he sostenido que la continuidad de un gobierno a otro sí es posible, y que además genera resultados positivos para el crecimiento y desarrollo de un municipio o de una sociedad”.
Y aceptándose sabinista aseguró: Somos parte de esa gran alianza social que nos ha permitido trabajar y dar continuidad a las obras de transformación iniciadas en la administración municipal pasada.
Afirmó que la labor de “gestoría institucional no tendría frutos si no contáramos con la voluntad y apoyo total de Juan Sabines Guerrero. Gracias señor gobernador por el amor que le tiene a Chiapas y, especialmente, a Tuxtla Gutiérrez. Sabemos que nos seguirá respaldando para continuar haciendo de nuestro municipio la casa donde nos enorgullece vivir”.
De esta manera Jaime Valls se apresta a enfrentar el último año de su gobierno, pero dentro de un marco político de mayor amplitud y visión. Aún resuena en Teatro de la Ciudad la expresión puntual de cara al futuro: “Somos (soy) parte de esa gran movilización social….”

martes, 8 de diciembre de 2009

Egolatría y gobierno

Enrique Alfaro / Columna Rumando

La política produce de manera natural un egocentrismo en nuestros gobernantes. Sin embargo, muchos de nuestros políticos sufren además de una marcada egolatría.
Egocentrismo y egolatría, son condiciones parecidas pero distintas. Como bien dice Leticia Montaner: “Ser ególatra es cuestión de jerarquía: estoy por encima de los demás. Ser egocéntrico es cuestión de eje: yo soy yo y alrededor de mí giran los demás. El primero se ubica en un plano vertical: debajo de mí está el resto de la humanidad; el segundo en un plano horizontal: en torno a mí orbitan los otros”.
En Chiapas hemos tenido gobernantes marcadamente ególatras. José Patrocinio González Garrido y Pablo Abner Salazar Mendiguchía, por ejemplo, presumían su inteligencia al grado de venerarse así mismos y consideraban que esa condición los ubicaba por encima de todos. Sus funcionarios eran simples empleados e imponían miedo antes que respeto. Se caracterizaban por la hipersensibilidad a la crítica y se ofendían cuando alguien se atrevía a juzgarlos.
Juan José Sabines Guerrero pareciera más cercano al egocentrismo que en nuestro país es una condición natural de nuestros gobernantes, empero a diferencia de los ex mandatarios mencionados considero que la egolatría no es una de sus características.
Durante sus gobiernos, Patrocinio y Pablo, fueron el centro en torno al cual giraba la política, como lo es ahora con Juan José, y como ha sido con todos los anteriores gobernantes. La clase política orbita siempre en torno a polos de poder y en nuestro país los gobernadores se han constituido en ejes que ganan fuerza en demerito del vértice presidencial.
Pero más allá de esa condición, existen particularidades en la forma de gobernar que son dictadas por el funcionamiento mental de los mandatarios.
Por ejemplo, como políticos Pablo Salazar y Juan José Sabines son necesariamente ambiciosos, lo que no es criticable, pero en asuntos de vanidad y exhibicionismo se les conoce una diferencia notable.
En cuestiones de manifestación de sentimientos afectivos, Pablo enfrentó una soterrada desavenencia familiar lo que habla de su dificultad para identificar características propias, identificadoras, en otras personas. Juan, presume a sus hijos con frecuencia y es sabido que tiene en su esposa una consejera a la que escucha y hace caso. Pero dejemos las cuestiones privadas que inciden en sus personalidades para hablar de condiciones públicas.
Pablo se caracterizó por su irascibilidad, actitud rencorosa y vengativa. Sus propios hermanos le apodaban “el mecha corta”. Juan pareciera no guardar rencores, es más, pareciera evitarlos. Sabines prefiere la conciliación antes que la esgrima, Salazar era rijoso por naturaleza.
En la cima de su egolatría, Pablo exigía sumisión e incondicionalidad pues consideraba tener derecho sobre los demás. Juan pareciera estar obligado a establecer relaciones de manera diferente. Es la ley del péndulo, dirían los viejos periodistas chiapanecos. Pero Sabines va a la mitad de su sexenio y aún no podemos hacer un juicio definitivo. Seguiremos con el tema.

lunes, 7 de diciembre de 2009

A favor de las mujeres, jóvenes y discapacitados



Enrique Alfaro / Columna Rumando

Mientras en la intelectualidad del país crece el consenso a favor de mecanismos constitucionales que permitan al país salir de la parálisis en que se encuentra debido al profundo disenso de las fuerzas políticas nacionales, en Chiapas se está en posibilidades de dar pasos importantes a favor de la equidad de género, jóvenes y de personas con capacidades diferentes, que podrían impulsar un nuevo fisonomía política en Chiapas.
Las recientes propuestas de modificaciones electorales efectuadas por el congreso local y posteriormente por el gobernador del estado, Juan José Sabines Guerrero, son coincidentes en lo que respecta al empoderamiento de sectores tradicionalmente marginados en la política.
Al respecto no he conocido de una sola crítica pública razonable de lo impulsado por ambas reformas, sino específicamente por el procedimiento que establece la cancelación de elecciones. Todas las impugnaciones hechas a ambas reformas se inconforman con la posibilidad de suspender votaciones constitucionales.
Es del conocimiento público que la Procuraduría General de la República, a través de su dirección general de constitucionalidad, manifestó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación su oposición a la más reciente reforma constitucional local en comento.
La máxima instancia jurisdiccional del país, último intérprete de la Constitución de la República, deberá de resolver de manera pronta sobre el caso y de atenerse a la jurisprudencia creada por ella misma, por lo que los especialistas prevén que se resuelva a favor de la celebración de elecciones para la renovación de los 118 gobiernos municipales.
De concluirse lo anterior, el fallo podría ser interpretado de manera interesada como un rechazo general a la reforma propuesta, en el propósito de regresar a los términos anteriores de la legislación electoral, lo que sería un retroceso en la lucha a favor de causas progresistas.
Las agrupaciones femeniles y juveniles, las asociaciones a favor de personas con capacidades diferentes y los representantes de ellos en las direcciones nacional y estatal de los partidos políticos deben de estar atentos a defender los aspectos de avanzada que contiene la reforma propuesta por el mandatario estatal.
Es decir, independientemente de la suerte que corra la reforma en lo que concierte a la celebración de elecciones, debe de defenderse los avances de la misma para que se sostengan de manera permanente en la legislación electoral.
Si la actual legislatura ha aprobado en dos ocasiones modificaciones legales en apoyos de las causas de mujeres, jóvenes y discapacitados, sería congruente que resuelva mantener en las leyes estos avances.
Finalmente, luego de lo que resuelva la SCJN, corresponderá a esta instancia dejar en firme los términos de la legislación electoral con que se competirá en la próxima jornada electoral en Chiapas. Recordemos que ningún partido se ha manifestado en contra del sentido de estas propuestas.
Lo mejor que podría sucederle al congreso local y al poder ejecutivo estatal es que prevalezcan estas propuestas en la legislación chiapaneca de frente a la discusión nacional sobre la parálisis improductiva de nuestra democracia, que no conduce a la nación a ningún puerto.
Los chiapanecos podemos sacar provecho de las circunstancias en que se encuentran las reformas constitucionales locales, que habrán ser juzgadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, si mantenemos el impulso de gobernantes, legisladores, partidos y ciudadanos a favor de que prevalezcan los avances contenidos en ella, incluido el propósito de ahorrar reduciendo las campañas y el financiamiento público.
El país entero podría voltear a ver el esfuerzo político que desde Chiapas se hace a favor de mover a este país a niveles de mayor equidad y justicia social. Es tiempo de que los grupos favorecidos por estas reformas se manifiesten a favor de que prevalezca su espíritu progresista. Los pretendientes de la gubernatura mucho podrían hacer desde sus propias tribunas.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¿Lloran los muertos en Chiapas?

Enrique Alfaro / Columna Rumando

El subcomandante Marcos nunca aceptará que falleció su progenitora, pero Rafael Sebastián Guillén Vicente llorará su orfandad en algún lugar de la selva Lacandona.
El corazón de la madre de Rafael Sebastián falló cuando estaba a punto de emprender el vuelo de regreso a su tierra; finalmente, emprendió el vuelo.
Ella sabía que Guillén Vicente, su hijo, había muerto desde hace muchos años, pero aún levantaba la vista al cielo para pedir por el subcomandante Marcos.
Él, profesional de la revolución, clandestino por convicción, se sabía “muerto” desde el momento en que tomó la decisión de ingresar a las Fuerzas de Liberación Nacional, militancia que lo habría de llevar al liderazgo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Todo el que haya aspirado a “revolucionario” sabe que la primera advertencia es que “mueres” para tu familia, si ella no está comprometida con el movimiento. No es por falta de amor, sino precisamente para protegerlos, para que no paguen por los actos que realices, para que los enemigos no cobren venganza con los tuyos…
Pero el subcomandante falló en convencer a su familia de que estaba muerto o su familia no aceptó su muerte. Ellos nunca debieron consentir que el líder zapatista era sangre de su sangre. Y si lo entendieron, era tarde: el sub los negó y se resistió a recibir a su progenitor que orgulloso acudía a Chiapas para entrevistarse con su hijo desaparecido desde hacía muchos años. “Entiendan que estoy muerto” se me ocurre que les habría mandado a decir.
Ya antes, en nuestras tierras, otros habían muerto públicamente, pero permanecían vivos más allá del corazón de su familia.
Años antes de la aparición de las EZLN, las organizaciones sociales enfrentaban a los caciques y sus pistoleros. La Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, por ejemplo, sufría el continuo asedio de las “guardias blancas” al servicio de los terratenientes.
Un recurso para salvar a sus líderes naturales que encabezaban las tomas de tierra en las regiones de Chiapas y que ya tenían “precio por su cabeza”, era el declararlos “muertos” en alguno de los enfrentamientos que se suscitara. De esa manera se le sacaba del estado de manera encubierta y se les mandaba a otra entidad donde podía continuar la justa lucha por la recuperación de tierras. En su región original otro campesino tomaba el liderazgo y se exponía al odio de los caciques.
Pero la fórmula para salvar a liderazgos naturales no era perfecta. Finalmente, muchos de ellos eran verdaderamente muertos en donde habían sido enviados y en donde se habían comprometido con la lucha de otros pueblos. Los “muertos” irremediablemente estaban muertos.
Entonces se le avisaba a la familia que resignadamente pedía el cuerpo para enterrarlo en su tierra, en donde había nacido a la lucha. Los médicos que militaban en los partidos de izquierda, que simpatizaban con el movimiento social, proporcionaban las recomendaciones y los cuidados para que el cadáver fuera trasladado en sigilo de regreso a su región. Y todos lloraban en silencio la muerte de su “muerto”.
Es por eso que ante la ausencia de doña María del Socorro Vicente González, me pregunto: ¿Lloran los muertos en Chiapas?
Descanse en paz doña María. Consuelo a sus deudos.