Enrique Alfaro / Columna Rumando
Los politólogos han advertido que las elecciones del presente año resolverán de manera anticipada la sucesión presidencial en 2012, pues de ganar el PRI la mayoría de las gubernaturas en juego, nada detendría su dinámica triunfadora. Por el contrario, de perder esa inercia ganadora tanto el PAN como el PRD tendrían oportunidad de insertarse en la verdadera lucha por Los Pinos, de ahí su interés por coaligarse.
En Chiapas, la carambola se vuelve de tres bandas. Si 2010 define 2012, entonces la elección presidencial de julio define la elección de gobernador de agosto. Así ha sido en las últimas elecciones:
Pablo Salazar Mendiguchía consiguió consolidar su triunfo sobre el PRI con el espaldarazo foxista luego de que resultara electo presidente el abanderado panista.
Juan José Sabines Guerrero, aprovechó su propio carisma y el impulso de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador para asegurar su victoria entre los resquicios de la elección más reñida de la historia de México.
Por eso resulta pertinente preguntarse los escenarios posibles en Chiapas de cara a las definiciones de las alianzas que se constituirán en el proceso electoral del presente año.
¿Existen alianzas naturales en es escenario local? Yo creo que si.
En el más reciente proceso federal el PRI se alió con el PVEM, como antes se coaligó para llevar al senado a Manuel Velasco Coello y a María Elena Orantes. El propio Sami David David le debe al verde ecologista la pequeña diferencia de votos por la que ganó su diputación federal por Tapachula.
El senador Velasco Coello supo establecer en su momento una amistad con el entonces candidato a la gubernatura del estado de México, Enrique Peña Nieto, quién hoy es el personaje más conocido entre los priísta para encabezar la candidatura presidencial.
Como lo advertí en ocasiones anteriores, Velasco Coello incidiría en las actuales alianzas de su partido. Hoy podemos demostrarlo en el estado de Aguascalientes, donde el legislador ecologista opera a favor del senador priísta con licencia, Carlos Lozano de la Torre.
Ayer mismo, “El güero” en su condición de miembro de la Secretaría de Asuntos Electorales del Verde declaraba que el PVEM haría una alianza con el PRI en esa entidad solamente si el candidato a gobernador era Lozano.
Al PRI le han redituado las alianzas con el verde a nivel nacional y local y tendría muchos incentivos para continuar con ellas. El costo en Chiapas, insisto, es la candidatura a la gubernatura en de Velasco Coello, quién es muy joven y pudiera esperar pero que insiste en no dejar pasar la ocasión.
La otra gran alianza posible en el presente proceso es la del PAN con el PRD. En Chiapas ya existió un antecedente electoral exitoso y junto con Oaxaca pudieran ser los estados donde se concrete esta emulsión de agua y aceite.
Que podría fortalecer este proyecto: La necesidad panista y perredista de detener el avance priísta rumbo a la presidencia y la gubernatura. En nuestra entidad el perredismo ha sido el más condescendiente con el presidente Felipe Calderón, quién mantiene una aceptación positiva entre los chiapanecos, según encuestas de Consulta Mitofsky.
Otra consideración llamativa es que la suma de votos ambos partidos en los dos últimos procesos local y federal, supera en la inmensa mayoría de distritos a los del PRI y PVEM juntos. El tricolor y los verdes podrían verse reducidos a tres o cuatro de los 24 distritos locales de mayoría, si nos atenemos a la estadística del la jornada homologa previa.
Lo anterior pondría a los probables candidatos a la gubernatura contrarios al PRI, en posibilidades de enfrentarlos exitosamente en el 2012 y no llegar derrotados de antemano. Jaime Valls Esponda y Ernesto Gutiérrez Villanueva por el PRD u Ovidio Cortázar Ramos por el PAN, tendrían entonces oportunidad de encabezar esta alianza panista-perredista. Incluso, con el PRI debilitado, sin necesidad de coalición podrían triunfar. Todos ellos deberían de asomarse a los datos estadísticos de los dos últimos procesos en Chiapas para dimensionar de qué manera podrían reducir a la coalición priísta-verde ecologista, si construyen una alternativa conjunta.
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El Alcalde Tuxtleco Jaime Valls Esponda continúa modificando su equipo de trabajo. José María de la Cruz Chanona, asume la Dirección de Seguridad Pública; David Reyes Rivera, estará al frente de la Dirección de Protección Civil y Juan Carlos Clemente Rodríguez, ocupa la titularidad del Consejo de Seguridad Pública Municipal.
Si bien es cierto que aún no termina enero, pareciera que los cambios esperados en el gabinete se cumplieron en el gobierno local y no en el estatal. Esperemos.
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