EL VERDE INVERSO
Enrique Alfaro
En un proceso político que pareciera inverso, el Partido Verde
Ecologista Mexicano se construye en Chiapas luego de ganar la
gubernatura.
Recordemos que el PVEM inició su verdadero crecimiento
bajo el liderazgo del joven político Manuel Velasco Coello, pero como
institución partidista llegó a la gubernatura sin contar con la fuerza
suficiente.
Correspondió al Partido
Revolucionario Institucional sumar los votos necesarios en la alianza
que encabezó Manuel Velasco Coello para afianzar un triunfo sobrado.
En su oportunidad, el arrastre político del güero no correspondía con
la moderada fuerza de su partido. El PVEM sólo no garantizaba el triunfo
de una candidatura a la gubernatura, por lo que se construyó una
alianza con el Partido Revolucionario Institucional.
En la
actualidad, el partido verde, que permanece sin un liderazgo formal y
estatutario, debe construir su propia fortaleza para corresponder a las
necesidades políticas de su líder natural.
Esta circunstancia
explica ahora el intenso y tolerado activismo de líderes no formales que
se han hecho muy visibles. Pareciera que a la usanza priísta se
construyen lo que asemeja a los sectores del verde:
Leonardo Rafael Guirao trabaja el sector popular y su activismo es tan incesante como incierto en su efectividad.
El sector campesino pareciera ser atendido por otra asociación civil “verde”, de manera menos ruidosa.
En el caso de la capital, donde se concentra gran parte del electoral,
es indiscutible la labor avanzada y masiva del diputado Fernando
Castellanos Cal y Mayor.
Seguramente otras cabezas se harán visibles
en los próximos meses en el propósito de hacer del partido verde una
efectiva fuerza que sea de verdadera utilidad al gobernante de cara a
las próximas elecciones municipales intermedia.
El verde debe de
construirse de manera pronta para ser un contrapeso, un equilibrio a la
fuerza del PRI, pues aunque exista una alianza entre ellos, no sería
conveniente para Velasco el debilitamiento de su partido.
Por el
contrario, el PVEM en Chiapas debe de prepararse para contender sólo si
fuese necesario, por lo que la alianza con el PRI podría ser parcial,
disminuida, y no total en todo el estado en el próximo proceso.
Incluso, no sería nada extraño que el verde acrecentara su fuerza a costillas del tricolor, como ha sucedido hasta la fecha.
El activismo de quienes tienen la tarea de construir un partido verde
para gobernar en lo futuro continuará tan visible y ostentoso como sea
necesario.
La proclividad a la promoción personal de quienes les ha
sido encomendada la tarea en comento es un efecto heredado, pues todos
creen si la receta funcionó con su líder, funcionará con ellos.
Por
lo que se ve, la lealtad de gobernador Manuel Velasco a su partido nunca
ha estado en duda, en un océano dónde los políticos se distinguen por
ser chapulines.
El riesgo previsible de todo lo anterior es que se
construya fuerza sobre la base de candidatos populares y no sobre
verdaderas estructuras municipales y regionales. Los candidatos
pueden hacer ganar al verde, pero sin ellos el partido podría ser un
fantasma, una quimera.
jueves, 13 de marzo de 2014
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