Enrique Alfaro/Columna Rumando
El presidente panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa enfrentará en las próximas semanas a los legisladores priístas y perredistas que se han manifestado abiertamente en contra de su iniciativa de reforma política para darle más poder al ciudadano.
En voz de Enrique Peña Nieto, el priísmo más retardatario ha anunciado su oposición a la propuesta presidencial argumentando que no es el tiempo propicio para abrir mayores causes a la participación ciudadana.
Los perredistas, por su parte, continúan instalados en el oposicionismo y junto con los partidos del Trabajo y Convergencia, justificarán a cualquier costo su desaprobación a la iniciativa presidencial para regocijo de Andrés Manuel López Obrador.
Del lado del Calderón estarán muchos intelectuales y líderes de opinión que impulsaban estas propuestas legislativas para acercar a la ciudadanía a la política, para refrescar y relegitimar la representación política del país.
A favor del mandatario, se supone, se encuentran también los legisladores, la dirigencia y la militancia panista.
¿Es este el caso de los panistas chiapanecos?
El actuar de los legisladores locales del Partido Acción Nacional pareciera no concordar con las políticas impulsadas por su máximo representante, por el segundo presidente de la república surgido de la militancia blanquiazul.
En Chiapas, los legislares panistas han votado en dos ocasiones por limitar el derecho de los chiapanecos a sufragar para elegir a sus autoridades en el proceso local del próximo año.
Si verdaderamente existiera congruencia de parte de los diputados del grupo parlamentario blanquiazul en la LXIII legislatura local, esta sería una oportunidad de oro para respaldar las propuestas del presidente Calderón.
Si el mandatario federal ha apostado por abrir espacios a la ciudadana, en la entidad podría impulsarse iniciativas similares. Incluso, no sería necesario proponer para su aprobación figuras de participación ciudadana puesto que ya están aprobadas algunas de las que impulsa Felipe Calderón.
Bastaría que el grupo parlamentario del PAN proponga para su aprobación las leyes reglamentarias del plebiscito, referéndum, iniciativa popular, consulta ciudadana y audiencia pública, que son figuras ya sancionadas por el congreso local y son leyes vigentes en Chiapas.
Ya no sería imperioso sostener el debate a favor de estas propuestas puesto que ya son ley. Simplemente sería necesario reglamentarlas para hacer posible su aplicación y de esta manera estar a tono con la reforma política promovida por el presidente Calderón Hinojosa en la segunda mitad de su sexenio.
Si los diputados panistas fueran congruentes podrían empezar por abrir causes a la participación ciudadana en Chiapas en concordancia con la propuesta del presidente de la república.
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Luego de que el hiciera mención en el programa radiofónico Palabra Libre de la fuga de agua que afectaba las calles de mi colonia, una cuadrilla de trabajadores hizo las reparaciones pertinentes, hecho que agradezco.
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